El chamanismo y la purificación

El chamanismo es el primer sistema de curación utilizado por la humanidad desde tiempos prehistóricos. Sus orígenes se estiman en los cazadores-recolectores de África hace unos 350 000 años. «La palabra chamán en el idioma local significa «el Omnisciente».

El trabajo de los chamanes se puede hacer de muchas maneras: a través de las plantas, a través de la música, la danza y las palabras, o mediante el uso simultáneo de estos y otros métodos complejos. Se distingue de la llamada psicoterapia objetiva racional, que incluye la mayoría de las terapias psicológicas y conductuales, así como las realizadas desde una perspectiva biológica y biomédica. Un chamán realiza rituales, cura y restablece el equilibrio mediante diversas técnicas de curación. Los chamanes creen que los problemas que sufre una persona están relacionados con un desequilibrio espiritual. El chamanismo es también un método para curar el cuerpo y el alma mediante la medicina tradicional y los conocimientos de nuestros antepasados.

Los chamanes tienen la capacidad de contactar con el mundo de los espíritus y establecer una relación especial con ellos.

Los chamanes disponen de varios métodos de profecía, interpretación de sueños, proyección astral y viajes a los mundos superiores e inferiores.

Algunas de sus funciones más importantes son el apoyo emocional, la clarividencia o la curación del cuerpo mediante rituales y técnicas energéticas para restablecer la armonía espiritual.

Una de sus habilidades es detectar energías destructivas, como los objetos malditos (ya sea de un familiar fallecido o de segunda mano), las llamadas «casas malditas», pero sobre todo pueden detectar las energías malditas que todo ser humano lleva dentro. Muchas personas sienten algún tipo de bloqueo mental, físico o espiritual que no les permite avanzar en su vida cotidiana, y la mayoría de las veces no es culpa suya.

Hay muchos factores en la búsqueda de una razón para las situaciones negativas con las que nos encontramos día a día, por ejemplo, los artículos u objetos usados: nunca se sabe qué persona poseía ese objeto antes y cómo era su carácter. Si el propietario ha tenido muchas emociones y pensamientos negativos, estas energías pueden haberse acumulado en un objeto. Cuando el objeto cambia de manos, todas las emociones y energías acumuladas en él se transmiten al siguiente propietario.

Otra situación hipotética puede ser el llamado «mal de ojo»: un visitante envidioso, rencoroso o de mal humor puede dejar malas energías en tu casa. Hay personas que no pueden ver la felicidad de otra persona sin criticarlo o dar una opinión sobre su «felicidad o su trabajo y esfuerzo». ¿Dónde crees que se encuentran estas personas? En realidad, están más cerca de lo que piensas: empleados, amigos cercanos y, a veces, familiares. La mayoría de ellos son personas egoístas que solo ven el mal en el otro.

Por esta y muchas otras razones, se recomienda una purificación energética.

Hay muchas maneras de hacer esto, por ejemplo:

  • Oraciones (a la Madre Pacha o a los espíritus de la naturaleza);
  • Baños para abrir caminos (nuevos) o
  • Ofrendas a los dioses.

Todo depende del problema a tratar, pero sobre todo del diagnóstico del chamán.

El chamán busca los problemas en las profundidades. Se utilizan diferentes métodos: por ejemplo, la clarividencia o hablar con los espíritus y recibir información para saber cuál es el método adecuado. Por lo tanto, lo que se utiliza depende del chamán, de su sabiduría, de sus posibilidades y de las respectivas prácticas y costumbres. Suelen heredarse de los antepasados.

Otra habilidad del chamán es el control y la recuperación de la suerte. Es importante tener un equilibrio de felicidad, porque sin él tu vida está marcada por la infelicidad. Uno de los grandes misterios ha sido siempre la adquisición y el uso de la felicidad, cómo se compone y de qué manera podemos obtenerla.

Un chamán tiene los conocimientos necesarios para crear la suerte, extraerla y, sobre todo, utilizarla a su antojo, por supuesto siempre en la forma y según las leyes del universo. Él mismo nunca podrá ser la balanza del equilibrio universal. Todo radica en pedir y en dar.

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